viernes, 9 de julio de 2010

No hace mucho tiempo

antes de empezar la película en el cine ponían un anuncio en el que aseguraban que la afición a la lectura se aprende por imitación. El caso es que cuando lo escuchaba mi hijo siempre me susurraba: no siempre, verdad? Y sabía de lo que hablaba porque, a pesar de que desde siempre me haya puesto un poco pesada con lo importante que es leer, a pesar de que desde pequeños les leía lo que pensaba era interesante para ellos, a pesar de otros tantos pesares, nunca he conseguido que disfruten leyendo.
Pero claro, también a pesar de mi fracaso había que seguir intentándolo y en esta ocasión les plantee, y ellos aceptaron, hacer pequeñas lecturas, primero individuales y luego en común, para terminar con un comentario de lo leído, de esta forma, pensé, al tiempo que leen puedo comprobar la comprensión lectora que tienen, como redactan (porque también incluía hacer un resumen escrito) y como andan de ortografía.
El libro elegido (de forma nada democrática para evitar demoras por falta de acuerdo) ha sido “Déjame que te cuente” de Jorge Bucay, por lo que terminamos comentando la moraleja de cada cuento, lo que nos permite tener un rato de conversación y de paso me sirve para “dar la charla” sin que me digan: ¡ya me estas dando la charla! Lo cierto es que hay veces en que tengo la sensación de que con el ritmo de vida que llevamos, la gente en general digo, los padres no tenemos tiempo de escuchar lo que piensan nuestros hijos, ni ellos lo que pensamos nosotros y nos limitamos a dar normas de comportamiento y convivencia, que por supuesto son importantes, pero no lo son todo.
Y bueno, hasta ahora funciona bien, en los primeros cuatro cuentos ya nos hemos reído al encontrar similitud con comportamientos de alguno de nosotros….y nada mejor que la risa para unir a las personas.

1 comentario:

Gustavo D´Orazio dijo...

Es cierto Lola, cuán poco escuchamos a los otros; a nuestros hijos, que al crecer nos sorprenden con sus palabras, decisiones, historias, escritos. Por otra parte: la risa une y libera. Un texto que llega. Saludos.