lunes, 20 de junio de 2011

encontrar un sentido a la vida

"Durante los primeros días el sujeto pasivo, el que "sufre" el abandono oscila entre muy intensas y variadas emociones: un dolor agudo con componentes físicos como taquicardia, dolor en el pecho, gastritis, insomnio, una muy vivida necesidad de recordar lo bueno, lo maravilloso perdido, enfrentado a una necesidad defensiva de desvalorizar la relación resaltando lo malo para encontrarle justificación y beneficio a la ruptura. Sensación agobiante de abandono, de ingratitud e injusticia.
Existen dos perdidas, la primera es la perdida tangible y concreta que es la persona, la segunda es la perdida intangible que consiste en los sueños, las ilusiones, las expectativas, las promesas repetidas de compañía y de amor incondicional, se pierden partes de seguridad e invulnerabilidad de la relación, de la autoestima que ese amor nutria y protegía, se pierde la confianza, la noción reconfortante del futuro compartido y la sensación reasegurante de un presente con significado pleno, el significado, ese que solo quien se fue le otorgaba, la sensación de completud que repara carencias infantiles y que es en el fondo, quizás el mérito mas importantes de ese vinculo......"

"No solo a través del sufrimiento se puede encontrar un sentido a la vida, en ocasiones se encuentra y se conserva a pesar de el. El sentido del sufrimiento no viene dado en si mismo al momento de sufrir, muchas veces el sentido del momento depende de una sana actitud esperanzadora, la fe en que en algún lugar o momento, algo bueno esta por suceder. Encontrar el sentido del sufrimiento no es una tarea fácil, cambiar la pregunta de ¿por que precisamente a mi me tenía que pasar esto?, por preguntas como: ¿para que precisamente a mi me pasa esto?, significa difícil, pero es una sana actitud de visión hacia el sentido y no una ocasión para revolcarse en el pasado....."