miércoles, 24 de septiembre de 2008

Ver, oler, sentir...



El olor del suelo mojado tras la lluvia, las ventanas iluminadas que hacen intuir vida al otro lado, el sonido acompasado de mis pasos, un coche que se aleja, un llavero que busca la cerradura, el canto de grillos o chicharras?.....no sé, un gato despistado buscando refugio bajo un coche, nubes cruzando por delante de la luna, el fresco que invita a pasear, a disfrutar de los pequeños sonidos que inundan el silencio de la noche, los olores, las luces, la tranquilidad de las calles desiertas, los pensamientos…..

lunes, 22 de septiembre de 2008

Recordar para no repetir


El 5 de agosto de 1939, trece mujeres, la mitad menores, (la mayoría de edad estaba fijada a los 21 años) fueron ejecutadas ante las tapias del cementerio del Este de Madrid. Fue uno de los episodios más crueles de la represión franquista. Por la juventud de estas mujeres se les conocía como "las trece rosas" y su historia sigue viva hoy en forma de libros, teatro, documentales y cine.

Había leído sobre ellas y hoy he visto la película, de Emilio Martínez-Lázaro, que tenía aparcada porque según me dijeron, estaba bien, pero era de mucho llorar. Y resultó ser cierto, tanto lo uno como lo otro, porque me ha gustado y he llorado, aunque, más que de rabia e impotencia, como se supone de un tema como el que trata, por una historia bastante endulzada a como debio ser la realidad. Y es que según los documentos y la memoria de los que conocieron aquello, la vida en la carcel no tenía que ser tan fácil como la pintan, ni las guardianas tan amables, ni ellas debían ir tan arregladas, ni tendrían un aspecto tan saludable, acinadas en una carcel con poco que comer.....

Según he leido, la intención del director era no presentar la realidad tan dura como fue para no levantar viejas heridas, claro que eso ya lo expresó Blanca Brisac, una de las trece rosas, en la carta que escribió a su hijo, en la capilla antes de morir: "Voy a morir con la cabeza alta...Sólo te pido...que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor...." De cualquier forma, ajustada o no a la realidad esta película ha servido para cumplir el deseo que dejó escrito Julia Conesa, otra de las trece, antes de ser fusilada: "que mi nombre no se borre de la historia".

domingo, 21 de septiembre de 2008

EL LÁPIZ DEL CARPINTERO - Manuel Rivas -

"Tanta pasión y tanta melodía
tenías en tus venas apresada
que una pasión a otra pasión sumada
ya en tu breve cuerpo no cabía." -Faustino Rey Romero-

"En la Antigüedad no se sabía cómo nacían las abejas. Los sabios, como Aristóteles, inventaron teorías disparatadas. Se decía, por ejemplo, que las abejas venían del vientre de los bueyes muertos. Y así durante siglos y siglos. Y todo esto, ¿sabe por qué? Porque no eran capaces de ver que el rey era una reina. ¿Cómo sustentar la libertad sobre una mentira semejante?..."

"El escenario del manicomio era estremecedor......Lo que impresionó al pintor fue la mirada de los que no miraban. Aquella renuncia a las latitudes, al absoluto deslugar por el que caminaban...."

"Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo:
cultivo una rosa blanca." -José Martí.-

"El monte es como un lienzo. Fíjate. Pintan sobre tojos y zarzas. Las espinas son las mejores pinzas de las lavanderas. Ahí va. La larga pincelada de una sábana blanca. Dos trazos de calcetines rojos. El temblor liviano de una lencería. Extendida al clareo, cada pieza de ropa cuenta una historia..."
"Alírio parecía ser el más libre. De niña, Marisa pensaba que las estaciones eran en parte una creación de aquel jardinero tan callado que parecía mudo. Apagaba y encendía colores, como si en el jardín tuviese una mecha invisible bajo tierra que uniese bulbos, árboles y plantas. El amarillo nunca se apagaba. El decreto del invierno extinguía las últimas luces doradas del rosal chino. Pero era entonces, en aquella atmósfera fúnebre, cuando maduraban los limones y surgían las ánimas con miles de candelas entre la fronda de las mimosas. Y al tiempo que florecía en chispas la flor el bravo tojo de los montes y la retama, prendían los ramos de la forsitia. Y después brotaban ya en el suelo las lámparas de los primeros lirios y narcisos. Hasta que en la primavera reventaba el esplendor de la Lluvia de Oro. Era Alírio quien cuidaba de la iluminación con su encendedor.
A Marisa le maravillaba el diagnóstico sentimental con que resumía el estado de los árboles, cosa que sólo hacía en momentos imprevistos, como si escribiese una receta en el aire. ¡Esas hojas pálidas! El limonero tiene melancolía. El rododendro está simpático. El castaño tiene la respiración claudicante….!Este jardinero es un catedrático! ¡Un sabio! Y luego Daniel dijo pensativo: Los árboles son sus ventanas. Te está hablando de él...."

"Marisa le pareció hermosísima, como las camelias a punto de caer...."

“Pero si me paro un momento, si consigo
cerrar los ojos, los siento a mi lado
de nuevo, aquellos que he amado: viven conmigo….” -Antero de Quintal-

sábado, 20 de septiembre de 2008

Amaral

Es la historia de mi vida
Una huida hacia delante
Y si pierdo la cabeza
¿Quién me va decir que paré?
Tienen prisa por hacer que me calle
Pero yo canto lo que quiero y lo que siento
Canto lo que me sale
Igual que mi corazón late
O igual me caigo por un precipicio
Pero yo soy la que decido
Cuando salto y con quien me río
Y si lloro yo decido
A quien le muestro mis lagrimas
Una princesa dormida
En un castillo vacío
Al despertar se dio cuenta
Que estaba fuera de sitio
En medio de la ciudad
Anda arrastrando su traje
Las joyas de su corona
No sirven para este viaje
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida Niña perdida
Una princesa dormida
En un castillo vacío
Al despierto comprendió
Que era rodar su destino
Su reino por un amigo
Que le acompañe esta noche
Que pronunciara al oído
Las silabas de su nombre
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida
Niña perdida
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida
Ale,ale Ale,ale,alerta
Cuando camina
Niña perdida Niña perdida
Ale,ale, Ale,ale, Ale,ale, Ale,ale

El final de una historia es obligatoriamente el principio de otra

Quedaba todavía un mes largo para el final de la guerra civil cuando "murió el poeta lejos del hogar". Fué el 22 de febrero de 1939, en el exilio de Calliure, apenas a unos kilómetros de la frontera española, "Le cubre el polvo de un país vecino". Sus ultimos versos los encontró su hermano José en uno de los bolsillos de su abrigo:

"Estos días azules y este sol de la infancia"

Antonio Machado