Tengo una foto genial de Camacho con los primeros sindicalistas de mi localidad, y digo que es genial porque la cara de felicidad de mi padre no tiene precio.
Creo haber escrito ya que soy muy desordenada, prueba de ello es que hace un tiempo me pidieron esa foto y cuando me la devolvieron no la dejé en la caja de donde la saqué, lo que quiere decir que ahora anda perdida y no puedo compartirla (de momento), y no es que mi casa sea muy grande, pero si tiene muchos rincones donde puede estar olvidada y yo poco tiempo para buscarla, al menos hoy, por lo que pego esta sacada de internet.

La luz de un gran hombre se ha apagado, pero por lo que hizo, quedará siempre en el recuerdo.