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Puzzle
supongo que cada cual tiene su método para hacerlos...el mío es separar primero las piezas que corresponden al contorno para tener delimitado el espacio.....eso suele ser lo más fácil porque todas tienen un lado recto....menos las de las esquinas que tienen dos....estas corresponderían a la gente que es fácil de reconocer porque se muestra tal y como es....
el segundo paso es separar piezas por colores....y elegir la parte que pienses ha de costar menos....de esa forma vas viendo que avanzas y te animas a seguir....ya tienes a la gente más accesible....la que te facilita las cosas...quienes te ayudan incluso....
por ultimo tienes un montón de piezas que no sabes donde colocar porque se parecen mucho....pero a fuerza de mirarlas una y otra vez.....puedes llegar a diferenciarlas por el mínimo detalle....una pintita de otro color...un matiz más claro .....esa es la gente a la que vas conociendo poco a poco....la que no destaca pero que resulta imprescindible para completar el trabajo....la vida..............
APUNTE PARA UNA ODA - GARCÍA LORCA
Desnuda soledad sin gesto ni palabra,
transparente en el huerto, y untosa por el monte;
soledad silenciosa sin olor ni veleta,
que pesa en los remansos, siempre dormida y sola.
Soledad de lo alto, toda frente y luceros,
como una gran cabeza cortada y palidísima;
redonda soledad que nos deja en las manos
unos lirios suaves de pensativa escarcha.
En la curva del río te esperé largas horas,
limpio ya de arabescos y de ritmos fugaces.
Tu jardín de violetas nacía sobre el viento
y allí temblabas sola, queri´endote a ti misma.
Yo te he visto cortar el limón de la tarde,
para teñir tus manos dormidas de amarillo,
y en momentos de dulce música de mi vida
te he visto en los rincones, enlutada y pequeña,
pero lejana siempre, vieja y recién nacida.
Inmensa giraluna de fósforo y de plata,
pero lejana siempre, tendida, inaccesible
a la flauta que anhela clavar tu carne obscura.
Mi alma, como una yedra de luz y verde escarcha,
por el muro del día sube lenta a buscarte;
caracoles de plata las estrellas me envuelven,
pero nunca mis dedos hallarán tu perfume (.....)
Sombra, mujer y niño, sirena, lejanía.
Ciso llora en la ruina y Baco en el racimo.
Yo nací para ti, soledad de lo alto;
cuelga una trenza tuya, hasta muro de fuego.
La fuente, la campana y la risa del chopo
cambio por tu frescura continua y delirante,
y el cuerpo de mi niña con la fronda del alba
por tu cuerpo sin carne y tus mimbres inmóviles.