sábado, 1 de mayo de 2010

Cuando Duque no es un título ni el seudónimo de un personaje de película


Yo siempre he asegurado que no se puede tener perro cuando se vive en un piso, y no porque pensara tener uno y eso me lo impidiera, no es eso, de hecho, nunca he querido tener uno. Es más, tenía como un miedo que me erizaba el bello cada vez que uno me ladraba o simplemente se me acercaba, y eso desde que, de niña, un pastor alemán incitado por su dueña, otra niña, me hizo correr un rato.

Pero eso era antes, lo del miedo digo, porque ahora, superado el miedo, sigo pensando que no se puede tener perros en un piso, aunque lo tenga porque mis hijos me insistieron tanto, tanto, que eso, unido a la conspiración de la dueña de los padres de la criatura perruna(¿una amiga?) y a la blandura de mi corazón ( a lo permisiva que soy, según otra amiga) me hizo aceptar al más guapo de una camada de cinco cachorros, y eso desoyendo a las buenas amigas que me advertían que, por mucho que para convencerme aseguraran que no tendría que preocuparme para nada de los cuidados del animalito, acabaría siendo yo la responsable del perro.
Conste que lo de guapo no lo digo sólo yo, lo dice todo el que se cruza con el perro, y debe ser cierto, porque también dicen que es muy simpático y de todos es sabido que los perros acaban pareciéndose a los dueños (ejem, ejem ) ¿o era al revés? …bueno, qué más da, si de una forma u otra yo acabo siendo guapa y simpática, je, je.

El caso es que después de apenas un mes de tener al cachorro en casa, me quedó la obligación de sacar dos o tres veces al día al animalito, y no para que meara y cagara, lo sacaba después de que lo hiciera dentro, porque lo hacía donde y cuando le daba la gana.
A los dos meses, cuando estaba de los nervios con tanto salir cuando no quería salir y pasear cuando no quería pasear y andaba ya malamente conmigo misma y con “la bestia”, recordé una secuencia de la película “no sos vos, soy yo” en la que el protagonista después de sufrir un desengaño amoroso decide adoptar un perro pensando que sería un buen anzuelo para atraer ligues, por aquello de que a las mujeres nos gusta ver el lado tierno de los hombres, o simplemente porque se acercaran a ver al perro, y me dije: Lola, no hay mal que por bien no venga, es tu oportunidad de conocer hombres con tu misma “afinidad” hacia los perros.

Pero ni por esas, para empezar, son más las mujeres que pasean a sus perros y los hombres que lo hacen se dividen en dos grupos: los que acompañan a perros "pequeños" que ya se sabe que pasean al perro de su señora (..con perdón) y los que llevan perros "grandes" (fijarse en los conocimientos de razas que poseo), esos a su vez se dividen en otros dos grupos, los que llevan perros con cara de asesinos, que suelen ser chicos jóvenes y el resto que más pronto que tarde empiezan a hablar en plural, que si nosotros esto, que si nosotros aquello (¿será el perro y él?) pues no, acaban aclarando “Mi mujer” esto, mi Mujer aquello. Yo entonces, para que no crean que mis intenciones son las que son, saco a relucir a mis hijos como diciendo: “si yo ya tengo quien me quiera y a quien querer”.

Hace unos días vimos un cachorrito precioso y mi hijo, bromeando, le dijo a la dueña si se lo cambiaba. No le di tiempo a responder….!Ni de broma! ahora que casi lo tenemos educado a no mear fuera del tiesto, quiero decir, dentro de casa, ahora que ya ha rosigado parte de una mesa, su caseta, la colchoneta donde duerme, cuatro o cinco peluches, dos cacharros de beber agua, un sinfín de calcetines, dos pares de zapatillas, una pelota de reglamento y dos de silicona……¿empezar otra vez? pos va ser que no. Además, que el jodío, a pesar de los pesares, se va haciendo querer. Por lo demás, en la peli, la técnica del ligoteo acaba funcionando con la veterinaria.

PD: Si hay algún veterinario interesado en ampliar clientela puede ponerse en contacto conmigo en el teléfono 696906969. También puede uno/a reírse de sí mismo/a con esto que he encontrado....muy bueno, jeje.

3 comentarios:

Pescadora de Perlas dijo...

Hola Lola.
Definitivamente estamos de acuerdo, creo que los animales son de la naturaleza y necesitan ser libres. En una casa con jardín puede ser pero no en departamento.
¡Y eso de sacarlos a pasear!, hay que tener paciencia por favor.

Muy amena tu reflexión.

Besos y buena semana.;)

Lola dijo...

Que mi reflexión sea amena es bueno, aunque lo cierto es que yo pretendía que fuera también divertida, en un intento de reírme de mí misma. Pero comprendo que el sentido del humor es algo muy personal y no siempre entendemos el de otras personas.
Buena semana también para ti. Besos.

Pescadora de Perlas dijo...

Una cosa no quita la otro Lola, si la lectura no es amena no es nada.

Beso grande. Me gusta leerte, como me gusta la calma de este sitio.